2011-05-09

"Hay que verlo porque vale la pena"

Aquí publicamos una de las tantas cartas que escribiera Ernesto en sus viajes y campañas por el mundo. Esta carta está dirigida a su madre, Celia De la Serna, y fue escrita en enero de 1952 en nuestra ciudad, San Martín de los Andes.

Carta a la madre desde San Martín de los Andes (enero de 1952).

“Querida vieja:

Ya sé que están sin noticias mías, pero a la recíproca, yo tampoco tengo noticias de ustedes y estoy de intranquilo. Contarte todo lo que nos ha pasado escapa a la intención de estas pocas líneas, sólo te diré que a poco de salir de Bahía Blanca, dos días, me dio un fiebrón de 40 grados que me tiró en la “catrera”* de campaña durante todo el día; al siguiente pude tenerme en pie y fui a parar al Hospital Regional de Choele Choel donde me curé en cuatro días previa administración de una droga muy poco conocida: penicilina.

Después de eso en medio de mil dificultades que salvamos con nuestra acostumbrada pericia, llegamos a San Martín de los Andes, en un lugar precioso, en medio de bosques vírgenes con un lago lindísimo; en fin hay que verlo porque vale la pena. Nuestras caras están adquiriendo la consistencia del carburundun, ya pedimos alojamiento, comida y lo que raye en cualquier casa con árboles que vemos a la orilla del camino. De casualidad fuimos a parar a la estancia de un Von Puthamer que eran amigos de Jorge, sobre todo uno que es peronista, borracho y el mejor tipo de los tres. De paso hice un diagnóstico de tumor de zona occipital de probable etiología hidatídica. Veremos lo que resulta. Dentro de dos o tres días partimos rumbo a Bariloche, con mucha calma si tu carta puede llegar alrededor del 10-2 escríbeme a Poste Restante allí. Bueno, vieja, la hoja que sigue está destinada a Chichina. Dale grandes abrazos a todos y contáme si el viejo está en el sur o no. Un cariñoso abrazo de tu hijo que te ama”.